Mi repostera

Todo empezó con ;

Mamá , ¿recuerdas que el año pasado estaban aquí Mayita, Candela y Pepa?

Justo cuándo esperaba a que me pidiera poder usar el teléfono (que ahora usa más que yo, aunque suene difícil de creer) para hablar con Mayita , me suelta ¿recuerdas el bizcocho que le preparamos de bienvenida? Quiero hacer un bizcocho, pero yo sola ¿vale?

Y sí, acepto la propuesta y nos encaminamos a buscar los ingredientes a la despensa, hay de todo y se emociona.

Se siente mayor así que simplemente tengo que ir diciéndole los paso y los ingredientes, y sí, me demuestra lo "mayor" que es cuando tras el primer paso, echar los huevos para batirlos, se emociona viendo una ¿carita? y se va a buscar la cámara para inmortalizar el momento.

Ahora la cosa se complica, quiere fotos de cada paso, porque va a hacer una presentación de power point con la receta y sus fotos. De nuevo acepto, total es divertido.

Le voy haciendo fotos, primero hay sonrisas, luego alguna que otra cara de asco viendo como los ingredientes se mezclan y la masa que forman.

Unta el molde con mantequilla, aunque ella deseaba que ese paso lo hubiera dado yo, ah no, bonita, si lo haces tú, lo haces todo, le digo mientras intenta ponerme carita de pena. No cuela.

Tras poner el tiempo de cocción decide que es el momento de ir al ordenador a chatear con sus amigas contándole la experiencia y pasar las fotos. Yo me quedo a recoger cacharros y limpiar el "pequeño desastre", pero lo prefiero, no vaya a ser que le de por querer mirarlo antes de tiempo y no suba lo bastante (como ya ha pasado en otras ocasiones)

Una vez esperado el tiempo necesario se emociona con sacarlo y decorarlo, lo saco yo, lo decora ella. Elige lacasitos y virutas.


Llegar a la hora de la merienda se le hace eterno ¿ya? ¿es la hora? . Porque ¿que sentido tendría hacer un bizcocho si no se come? sobre todo si has quedado para ir a jugar con tus amigas.






Ella ha inmortalizado el momento y elabora su receta, yo lo inmortalizo en mi blog.