miércoles, 18 de abril de 2012

Paseando entre libros


Me paseo entre libros antiguos, apenas pasa de las cinco de la tarde, hay poca gente, es martes y hace un día bastante desapacible, con mucho aire. Solo me tropiezo con gente mayor, los puestos casi vacios o vacios del todo invitan a que te detengas y tomes tu tiempo.

Sin pensarlo me encuentro viajando en el tiempo. Hay tantos y tantos libros que he visto en casa desde pequeña, libros que me acompañaron en la niñez, otros en la adolescencia, otros de más mayor. Libros que recuerdo en las estanterías de casa, comprados por mis padres aunque la mayor aficionada a la lectura era mi madre. Algunos de esos libros ni siquiera los leí, otros eran de lectura obligatoria en el colegio o el instituto, otros los leí siguiendo el consejo de mi madre y otros no me dejaron leerlos por “no tener edad” y después dejaron de llamarme la atención.

Mientras los veo voy recordando que ha sido de ellos, algunos los tengo yo, otros están repartidos en las casas de mis cuatro hermanos, casi puedo adivinar cual tiene cada uno, pues en nuestra afición heredada nuestros gustos están muy definidos, se que otros los mantiene mi madre y muchos fueron donados.

Entre la nostalgia del viaje al pasado puedo verme leyendo en el patio soleado en primavera y verano, puedo ver a mi hermana leyendo libros “prohibidos” por la edad bajo sus sábanas con una linterna, veo a mi hermano mayor de vuelta en vacaciones investigando en nuestras habitaciones los libros nuevos y cambiándonos algunos por otros suyos….. Veo tanta afición por la lectura en casa que me apena no haber sabido trasmitírsela a mis hijos, aunque en sus habitaciones hay bastantes libros, aunque en reyes siempre cae alguno, aunque cada vez que me hablan de uno que me parece que les va a gustar se los compre y sí leen pero poco, muy poco comparado con lo que leíamos nosotros.

Entre tanto viajar en el tiempo no compro ninguno, mi hijo aún está sorprendido ¿de verdad que no te has comprado un libro?, y es que me doy cuenta que en el último año he leído muy poco, solo tres libros, y me entristece que una afición que me robaba tanto tiempo, que me hacía acostarme tarde e incluso madrugar ahora haya casi desaparecido.

Voy a retomarla, sin importarme mi escaso tiempo ni mi cansancio , voy a sacar tiempo porque quiero seguir viajando, soñando, imaginando, viviendo con los libros y sus historias, eso sí, mi e-book seguirá casi sin estrenar y es que no ha conseguido cautivarme .

7 comentarios:

  1. Ains, los libros han sido siempre mi perdición. Yo en una librería estoy perdida y en una biblioteca tienen que sacarme de allí con agua caliente.
    Sin embargo he pasado al menos dos años en los que apenas podia leer. No me apetecía nada, era superior a mis fuerzas fijar la atención en dos lineas seguidas.
    Ahora vuelvo a leerlos de dos en dos y tengo ganas de comprarme un lector.
    Besos

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    1. Cereza a mis las librerías me pueden! Algo como a ti me ha pasado a mí, se la causa por la que hace poco más de un año empecé a dejar de leer, mi cabeza estaba en algo mucho más importante para mí. Ahora vuelven mis ganas. Besotes

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  2. Enhorabuena por haber decidido volver a viajar :)
    Debe ser algo en el ambiente porque yo he decidido lo mismo hace muy poco, me va haciendo falta :)

    besitos

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    1. Qué bien sentir que no soy la única. La de historias y viajes que vamos a vivir. A mi también me hace falta ;)

      Besos

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  3. Cuando oigo que una persona tiene el hábito de la lectura, estoy predispuesto a pensar bien de ella.

    Nicolás de Avellaneda (1837-1885) Político y periodista argentino

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  4. Si has tenido afición por la lectura nunca la perderás. Sólo que hay etapas en la vida que, sencillamente, no se puede. He sido una lectora infatigable e impulsiva desde pequeña, yo también leía con una linterna debajo de las sábanas porque, creo recordar, tenía algún problema en la vista en aquellos momentos.
    Perí dejé de leer SEIS MESES, durante el contencioso de mi separación que fue tremenda. Sólo podía "leer" revistas del corazón, jajaja, y cuando se lo comenté a una amiga y le dije " estoy preocupadísima creo que ya no voy a poder leer nunca más" me dijo: ni te preocupes, ya se te pasará. Y efectivamente se me pasó, pero esos seis meses, que mal lo pasé, caray.

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  5. Es cierto, hay etapas en que la cabeza no está para concentrarse ni centrarse. pero lo bueno es que todo vuelve a su sitio ;)

    Y si, ya estoy en ello. Besotes

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