En junio mi hijo va a hacer el viaje de estudios (está emocionadísimo), irán a Barcelona, no es un viaje caro, sólo 350 euros y además se puede pagar en cómodos plazos ¿alguien da más?.
Cuándo el otro día dijeron la cantidad (150 euros) y los días para pagar el primer plazo, mi hijo se empeñó en decirle a su padre que le pagase la mitad, ¡que para eso era su padre! .
Cuándo el otro día dijeron la cantidad (150 euros) y los días para pagar el primer plazo, mi hijo se empeñó en decirle a su padre que le pagase la mitad, ¡que para eso era su padre! .
Teniendo en cuenta que por sentencia ese señor ha de pagar la mitad de los gastos extras y que jamás me ha dado un euro por ellos, le dije al niño que lo dejase, que no merecía la pena. Dió igual, el otro día se lo pidió, que para qué me va a hacer caso.
Hoy ha recibido un mensaje escueto en su móvil: Te he ingresado 50 euros para pagar la mitad del viaje.
Mi hijo sonreía, ¿ves mamá? ¡nunca hay que perder la esperanza!
¿tan contento te pone?- Le pregunto
Pues si, al menos gasta algo en su hijo ¿no?
Pues eso, mi hijo está contento, sabe que la esperanza nunca se pierde. Yo estoy contenta de verle contenta y llegados a este punto
Hoy ha recibido un mensaje escueto en su móvil: Te he ingresado 50 euros para pagar la mitad del viaje.
Mi hijo sonreía, ¿ves mamá? ¡nunca hay que perder la esperanza!
¿tan contento te pone?- Le pregunto
Pues si, al menos gasta algo en su hijo ¿no?
Pues eso, mi hijo está contento, sabe que la esperanza nunca se pierde. Yo estoy contenta de verle contenta y llegados a este punto
¿A quién le importa las matemáticas?