La receta del domingo

Sábado, día marcado para hacer la compra. Voy a la pescadería, y mientras espero (tengo 10 números delante) observo unos calamares con muy buena pinta y a buen precio. Recuerdo los calamares rellenos tan ricos que hacía mi madre, también recuerdo que yo los hice una vez, estaba recién casada y de eso hace ya 19 años ¿por qué no los volvería a hacer? La verdad es que me salieron buenos, he de tener la receta aún en casa. Decido que para el domingo comemos calamares rellenos.

Paso 1: Pido al pescadero que me de seis calamares medianos, muy igualitos que son para rellenar. Confío plenamente en él y mientras me los coge voy mirando que más me llevo. Confiar es muy importante, porque así cuando llegas a casa compruebas que te ha metido dos pequeños, dos medianos y dos enormes.

Paso 2: hasta las 8 de la tarde no busco la receta, así compruebo que no tengo todos los ingredientes y he de salir corriendo antes de que cierren para traer lo que me falta.

Paso 3: Te levantas temprano el domingo de manera que a las 10 en punto puedas empezar a cocinar y tener todo hecho prontito.

Paso 4: Comienzas a limpiar los calamares, hay que despegar la piel, vaciar, dar la vuelta, limpiar de nuevo. Separar tentáculos, quitarles los ojillos, partir tentáculos y aletas. En este momento empiezas a arrepentirte de tu decisión. Tardas una hora en limpiarlos todos y encima tienes a tus hijos en tu mini cocina preparandose los desayunos y dejando todo por medio.

Paso 5: Comienzas a preparar el relleno. Miras la receta para ver la cantidad, lo bueno es no pensar que la receta es para seis calamares medianos y que tu tienes dos enormes, no, mejor no pensarlo y poner exactamente la cantidad que te indica.

Paso 6: Rellenamos los calamares, los pequeños te cuesta un montón y cuando vas por el 5º compruebas que uno de tus calamares grandes (enormes) se tendrá que quedar sin rellenar porque no hay relleno bastante. Vale hago sólo 5 calamares, éste último lo cortaré en rodajas y lo rebozaré (Trabajo de último momento antes de comer que no quería tener).

Paso 7: Poner los calamares en la cazuela , todos los ingredientes para la salsa y voilá a ¡cocer!. Sólo 20 minutos y son ya las 12 y 20. A los 10 minutos compruebas que los dos pequeños comienzan a abrirse y que el relleno se sale. ¿le has puesto demasiado relleno? Te planteas que hubiera sido mejor haber empezado a rellenar los grandes y que te hubieran sobrado los pequeños. Pero ya es demasiado tarde…

Paso 8: los calamares ya están hechos. Es casi la una del mediodía. Tus hijos se asoman a la cazuela y con cara de asco te preguntan ¿esto que es? ¿lleva cebolla? ¿lleva ajo? Les mientes diciéndoles que no, y recuerdas lo mucho que les gustan los canelones, lo rápido que los preparas ya y lo ricos que te salen.

Paso 9: Después de ver las caras de tus comensales, decides ir cortando un poco de chorizo y queso por si las moscas, no vaya a ser que te tengas que levantar de la mesa a freír huevos.

Paso 10: Sales de la cocina y compruebas que aunque la tele dijo que el tiempo hoy cambiaba, hace un día de primavera hermoso, algo extraño en un domingo de febrero y mucho más en esta ciudad. Entonces te das cuentas lo bien que hubieras podido estar disfrutando en la calle y llevando a los niños a comer en cualquier pizzería o hamburguesería.

Paso 11: Decides contarlo en tu blog, por si algún extraño día te vuelves a preguntar por qué no has vuelto a hacer los calamares rellenos.
Y lo haces antes de sentarte a comer,vaya a ser que acabes tan hundida que no te apetezca hacerlo después.

Hay veces que.......

Hay ocasiones en que no tienes más remedio que parar, sientes que no puedes avanzar.






Todo se te complica





Tienes que tomar decisiones importantes, y no es nada fácil.







De pronto un día crees ver el camino adecuado






Y te enfrentas a él, con lo bueno y con lo malo....




Yo sigo y ya tomaré aire en el próximo stop.




Las imágenes son tomadas de internet

Donde dije digo......

Hace un par de semanas tuvimos una reunión para que nos explicaran la red XXI , como se llevaba a cabo y como podríamos implicarnos todos . La reunión aunque de profes, era en el aula de 5º por ser donde están los famosos mini portátiles conectados en red. Al acabar la reunión estuve viéndo los maravillosos trabajos que había expuestos en las paredes.(es el aula de mi hija) Me asombré del derroche de imaginación ,trabajos sencillos como la pirámide alimenticia,una receta, un esqueleto y que mi hija había hecho en cartulina blanca DN4 , se encontraban expuestos de forma original, y muy muy currada ¡Que artistas tienes aquí! Le digo a mi compañera. Me mira sonriendo y me aclara que la mayoría son hechos por los padres, que aquí les gusta destacar mucho. Antes de decir nada mi compi de inglés se ofrece a llevarme al pasillo del primer ciclo para que vea las maravillas que los niños de segundo (sus papás) han hecho con el trabajo sobre la ropa. Aquí ya aluciné en colores, sobre el dibujo dado en clase de una falda habían hecho una falda plisada encima, en tela vaquera, con botones y hasta un llaverito colgando, había una camisa preciosa con gemelos y corbata ¡hasta tenía ojales y puños!

Vuelvo a mi pasillo de infantil con mi amiga C (la de las manzanas) y comentando lo que son capaces de hacer los padres, me confiesa:

Si vieras la de cosas que les ha hecho mi marido a los mios

¿tu también C? no me lo puedo creer

Hija, al final entras en el juego, no van a ser los tuyos los únicos ¿no?

Pues yo no




Hoy mi hija tenia que hacer el sistema solar completo, la veo sacar sus cartulinas blancas DN4, y de pronto me veo poseida por el espiritu de la más madre de todas.

Vamos a comprar una cartulina negra, que quedará mejor. Llamo al niño, reunión familiar, más que nada por que es el más mañoso, más artista y encima es un enamorado del Cosmos. Este se va emocionando, saca un par de libros, un poster, me lee tamaño y distancia de los planetas. Los hacemos en charol y a escala y los pegamos en la cartulina. Vale, digo yo (toda poseida), el niño va sacando la escala mientras yo voy a comprar la cartulina y el charol. Empezamos a dibujarlos, Urano tantos centimetros de diametro, Saturno nosecuantos. La tierra la saco en charol azul ¿vale? Luego le pegamos trozos marrones….seguimos emocionados cuando mi hija pregunta

¿y yo que hago? Yo quiero hacer algo, que es mi trabajo

Empiezo a desposeerme, es verdad, tu hermana debe hacer algo. Venga los dibujo en folio y tu los coloreas. El hermano acepta a regañadientes y ella empieza a colorear emocionada. Yo los recorto, ¡Noooooo! Dice su hermano, y es que mi hija corta a bocados, dejala le digo, a fin de cuentas es suyo.

Me voy a la cocina y les oigo trabajar,pinta de este color, no este no, ahora ponemos este aquí, este abajo, este…..

¡mamaaaaaaaaaa! No cabe, hay que añadir otra cartulina

Ni de coña salgo otra vez, a ver, recortamos un poco más el sol, reducimos distancia aquí, otro poco aquí……tachán, ya cabe todo

Joe mamá, vaya chapuza
Que no niño, tu sigue, ve pegándolos .

Acaban el trabajo y mientras cenamos mi hija lo mira como si fuese la mayor obra de arte. Antes de acostarse me pregunta ¿mamá, crees que me lo pondrán en la pared? Yo, que recuerdo las maravillas que he visto en su clase le contesto que no importa sino lo ponen, que ha sido divertido hacerlo y que siempre podemos ponerlo en su habitación.


¡Yo quiero que me lo pongan!

He creado un monstruo, pienso, con lo feliz que se acostaba ella con sus trabajos sencillos, hechos por ella sola y sin preocuparse por nada y ahora estaba nerviosa porque quiere que se lo pongan en la pared.

Antes de acostarse el niño, me dice, Que pena, ya no están en escala,el sol es más pequeño,la tierra y marte más juntos de lo normal..... en charol habría quedado mejor, y lo tenía que haber recortado yo, ¿ves saturno? El anillo está fatal cortado y se ha empeñado en pintarlo de marrón ¡Y no es marrón!

No me lo puedo creer, ahora son dos monstruos, ya le veo de mayor, haciendo los trabajos de sus hijos, no dejándoles hacer nada, poniendo gemelos a las camisas, plisando faldas y haciendo erupcionar volcanes.

No sé lo que tardaré en hacerles volver a la normalidad,si superaremos este día tan extraño, pero lo que tengo claro es que una y no más …..

Aunque no sea primavera

Cada sábado al llegar la primavera, volvía del mercado con un ramito de margaritas. El sábado era un buen día para comprar pescado fresco y al mercado podía ir caminando porque estaba bien cerquita.

El ramito era pequeño, primero costaba 20 duros, después pasó a costar un euro.Aún así nadie me regañaba por comprarlo, era tan barato y las margaritas “tan poca cosa” que podía tener flores frescas cada semana e incluso a veces hasta “tiraba la casa por la ventana” y me compraba dos ramitos, total, él ya ni las miraba.

Poco a poco fui adorando las margaritas. Él a veces me regalaba rosas, ramos preciosos y enormes, sobre todo cada vez “que se pasaba” y quería pedir “perdón “ . Era ver aparecer las rosas y sentir como todas sus espinas se me clavaban en el estómago ¿acaso no entendía que empezaba a odiarlas? ¿acaso no veía lo que empezaban a significar para mi?

Yo seguía sin mirar las rosas rojas y esperando a la primavera, para comprar mi ramito de margaritas blancas. Ese ramito para él tan insignificante, por ser barato sobre todo. Lo importante, lo que valoraba, era lo caro, los ramos aparatosos, las joyas ostentosas, la ropa de marca . Quizás yo me sentía tan insignificante como mis margaritas,

Hace ya ocho años que dejé de comprar margaritas, entre que aquí todo es más caro y que ya no las tenía tan cerca….pero también he de decir que hace ocho años ya que no pasa “nada” que me haga recibir un gran ramo de rosas rojas.

Ayer, estuve en Carrefour y mi hija se empeñó en que le comprara una planta de una estanteria de todo a un euro. Cogimos un poto y al girarme vi una maceta de margaritas , por 1´90 euros. Y la compré, sin pensar siquiera,.Se que se me morirán pronto, que no es temporada, que este clima no las dejará sobrevivir, pero sin embargo hoy, al entrar al salón , con sueño y un café en la mano, me he despertado de repente en primavera, había niebla y eran las 8 y media de la mañana, sin embargo para mí hacía el sol más hermoso.

Mis margaritas ya no son insignificantes,quizás y sin querer se han convertido en las flores más importantes de mi vida.

Desde aquí os regalo margaritas .