martes, 1 de mayo de 2012

El Orgullo


En los últimos días y por una situación externa a mí pero cercana por tratarse de una amiga he pensado mucho en el orgullo, en las personas orgullosas, en cómo se actúa y en las grandes desventajas que veo y siempre he visto cuando se  vive con  “orgullo”: amistades que se rompen y que jamás se recuperan, personas que se quieren y que no son capaces de decírselo, familias rotas, relaciones destrozadas……

 Según la Real Academia de la Lengua, el orgullo es : “Arrogancia, vanidad, exceso de estimación propia, que a veces es disimulable por nacer de causas nobles y virtuosas”
Sin embargo el orgullo se asocia con la soberbia, la vanidad, la arrogancia o el egoísmo, la intolerancia a reconocer errores o la superioridad de otros planteamientos que ponen en tela de juicio el nuestro, llevando  a cerrarse en banda ante la posibilidad real o imaginaria de verse menospreciados o humillados. En este sentido el orgullo es una coraza que enmascara un sentimiento de inferioridad.  Me pregunto; ¿Realmente la persona orgullosa tiene exceso de vanidad o una autoestima por los suelos?

En mi vida ha habido muchísimas situaciones en las que he actuado como he sabido y he podido, he pedido perdón cuando he sentido que debía hacerlo, he aceptado las disculpas de los demás siempre, he perdonado y he olvidado. Si hay algo que siempre he intentado es no perder a la gente que quiero, a la gente que me importa, a las personas con las que me une amistad, cariño…. Pero es cierto que muchas las he perdido, y es que realmente las relaciones entre dos  personas no dependen de la actitud de una sola. No hablo ya de personas que ni fú ni fá, o personas que te hacen daño una y otra vez y jamás lo reconocen, porque creo que ahí ya no sería orgullo, sería dignidad , amor propio, defensa, quererse a uno mismo , o tal vez ¿Es eso orgullo?

Hace no mucho una compañera y amiga volvió al trabajo tras una larga baja, su vuelta fue rara, no era la misma, no actuaba igual y su relación conmigo era distante. Yo me sentía fatal y sin embargo nunca fui capaz de preguntarle que le pasaba, tenía miedo de perderla, miedo quizás a saber que le podría haber hecho yo, que seguía queriéndola y tratándola igual.  Decidí dar tiempo al tiempo, demostrándole día  a día que yo era la misma, que la quería igual y que no me importaba lo que pasase. Ni ella ni yo éramos capaces de dar el primer paso para hablar, sufriendo ambas una triste situación. Fue gracias a una tercera compañera que vio como nos sentíamos que acabamos hablando, abrazándonos, llorando y descubriendo que realmente no había pasado nada. No necesito saber más, no necesito saber qué sintió al volver, no necesito saber nada más. Sin embargo estos días me pregunto ¿pensaría ella que lo mío era orgullo? ¿Pudo malinterpretarse mi actitud con la de una persona orgullosa? ¿Quizás por no haberme decidido a dar ese primer paso en su momento?, yo tengo claro que lo de ella no era orgullo, sé que la conozco y confío en ella lo suficiente, pero mis interrogantes siguen ahí.

Con otra persona y cerca de su cumpleaños hubo un digamos “malentendido” que aunque se habló días después las cosas nunca volvieron a ser igual. Recordaba hoy que su regalo por  su cumpleaños sigue guardado en mi armario, que jamás se lo di. No me atreví por no remover, por no poner a esa persona en una situación incómoda, por no recordar aquel día. Pero…no habérselo dado ¿es orgullo? ¿Realmente la situación hubiese sido tan incómoda como yo pensaba si lo hubiera hecho?

Me da muchísima pena la situación de mi amiga, no entiendo que se dejen cosas sin hablar para siempre, que se pierda un cariño o una amistad por orgullo. Pero pensar tanto en ella me hace preguntarme ¿no somos todos algo orgullosos? ¿Quizás sin querer, sin saberlo? ¿Cuántas veces daríamos marcha atrás en el tiempo para arreglar una situación que ya no tiene remedio? ¿Es orgullo o simplemente en nuestro aprendizaje en esta vida no hemos aprendido del todo a valorar lo realmente importante?
Yo me lo sigo pensando, pero ¿Qué piensas tu?

5 comentarios:

  1. Caramba, mam, esto merece una reflexión profunda. No tengo tiempo de decirte todo lo que pienso al respecto, me has dado en una de mis fibras sensibles. Ahora tengo trabajo, pero te voy a responder tal vez con otro post, que ya sabes que mi capacidad de síntesis es escasa :)

    Te quiero mucho

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    1. Pues esperando estoy tu post ,preciosa. Seguro que aprendo un montón.

      Mil besazos, ya sabes que te quiero ;)

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  2. A ver, desde donde yo lo veo, a veces el tema no es orgullo, es más bien falta de confianza en nosotras mismas e indecisión, miedo a equivocarnos, a ser malinterpretadas.
    Es muy lamentable ver como algunas relaciones se rompen sin que ninguna de las dos partes se decida a entablar una conversación, un diálogo que pudiera poner en claro algunas situaciones que no pasan de malentendidos, claro que el orgullo tambien forma parte de las rupturas cuando sobredimensiona las proporciones del problema, ese poquito de mas que da la diferencia entre defensa o dignidad y ataque.
    Besos

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  3. Eso es cereza, del miedo al rechazo, la inseguridad etc hacia el orgullo hay una linea muy frágil. Al menos así lo veo. Que difícil se me hace verla.

    Besos

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  4. Puede ser orgullo, inseguridad, indecisión... montones de cosas pero lo que yo he percibido (tanto en otras gentes como en mi misma) es una tremenda indiferencia, aburrimiento y ganas de salir corriendo. Me refiero a casos como el que cuentas Mam, de esa compañera que estuvo de baja, pero sin final feliz.
    Muchas veces una se confunde y donde creias que había una amistad, era un espejismo y una se aparta (o se aparta la otra)y te agarras a cualquier bobada para terminar con esa cercanía.

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