¿Momento?

Sin momento pero con muchos momentos.

 Debería elegir un solo momento, uno para recordar y hacer una pausa. Quería haber elegido solo uno de toda la semana, pero….¡Qué difícil!

Ha sido una semana marcada por muchos momentos y no sé cuál elegir.

Podría elegir el momento en que por fin me subí a un caballo, hacía tiempo que quería hacerlo, tuve la ocasión y aún con mucho respeto lo hice. Un deseo cumplido.

Podría elegir el momento en que mi hija me decía toda orgullosa que era la madre que mejor cocinaba de toda su clase. Y no, para nada es así, solo que en las jornadas reposteras (o algo así) nuestro  bizcocho de chocolate compitió con tartas de manzana, pastel de queso, pastel de zanahoria, tarta de limón, rosquillas….y claro donde se pone el chocolate jajajajaj. Pero ver cómo me miraba mi hija fue espectacular.

Podría elegir el momento en que recuperé un hobby que hace siglos abandoné y que me tiene embobada, entre otras cosas porque pensaba que no volvería a hacerlo.

Podría elegir el día de la madre, No en sí por el día ni los regalos. Pero la ilusión con que tus hijos se levantan pronto para darte sus regalos, que además te encanten, que veas que aunque no les digas nada saben realmente lo que te gusta, te conocen piensan en ti  y sobre todo te quieren (ojalá hubiera tenido yo ese tino cuando compraba regalos a mi madre) además pasamos un día estupendo.

Podría elegir el momento en que me regalaron los oídos con piropos, y vale que suena vanidoso pero es que aparte de que una es humana me recuerda que la cara es el reflejo del alma, que cuando una está superbien y feliz por dentro eso se nota por fuera, y que sí, estoy en mi mejor momento y es que mi vida mejora con los meses.

También tengo el momento “soleado y calorcito” por fin, y ese no sé si durará, que en esta tierra en la que vivo hay que desconfiar mucho del clima pero que tres días más maravillosos.

Ha sido una semana llena de momentos, una semana de las que hay pocas, para hacer una pausa y recordar.