viernes, 4 de noviembre de 2011

La Loba herida

Una mañana Kika ,la loba, se escapó de su manada . No era buena para nada, no valía para nada, estaba herida y todos la ignoraban y atacaban. Kika solo se llevó a sus cachorros y anduvo muy perdida , ya no pertenecía a ningún sitio, se sentía un cachorro más que jamás podría cuidar de los suyos y además estaba herida, muy herida.

Una buena mañana de niebla, mientras Kika estaba escondida en una oscura madriguera, sin atreverse a salir, sin pronunciar sonido ninguno y cuidando a malas penas de de sus cachorros tuvo la suerte de encontrar a otra loba.

Era una loba grande, alegre, charlatana y muy activa. Iba muy bien acicalada, sabía cómo cuidarse, le hablaba de su manada, de sus cachorros. Kika no quería escucharla, no era como ella y además ya no se fiaba de nadie,los lobos no eran de fiar y ella ya no se sentía loba.

Palo, la loba hermosa decidió ayudar a Kika, aún viendo la negativa de esta. La ayudó a cuidar de sus cachorros, la ayudó a cuidar de su madriguera, a hacerla más acogedora, a buscar una más grande y más adecuada, le ayudó a cazar , le ayudó a relacionarse con otros lobos y lobas, la acompañaba en cada nueva situación que se le presentara y lo más importante de todo, le curaba sus heridas.

El corazón de Palo era tan grande que decidió acoger a Kika y sus cachorros en su propia madriguera cada vez que ella lo necesitase, el tiempo que necesitase para encontrarse mejor, le presentó a su manada y Kika disfrutaba cuando estaba con ellos.

Es hora de que tengas tu propia manada-le dijo Palo un día- para ello ya no cazaré contigo, ni te ayudaré con la madriguera o los cachorros, ahora aprenderás tú. Te enseñaré todo lo que necesitas saber, tus heridas ya están casi curadas.

Ahí comenzó una nueva vida para Kika , Palo le demostró que sola podía hacer muchas cosas, ella sola cazaba, se ocupaba de la madriguera, de los cachorros, aprendió a divertirse, aprendió a no sentirse culpable por nada, aprendió a vaguear sin tener remordimientos por ello, aprendió a comer manjares que antes jamás había probado, aprendió a ir a lugares nuevos y desconocidos sin sentir miedo, aprendió a quererse y a cuidarse.

Kika comenzó a ser una loba feliz y lo más importante, se sentía una loba de verdad. Ganó confianza y con ello el respeto de algunos miembros de su anterior manada. Tuvo acercamiento a otros lobos que aunque jamás la habían atacado ella les había apartado por miedo. La vida de Kika cambió gracias a Palo.

Fueron nueve años en que las dos lobas se hicieron confidentes, amigas, hermanas. Compartían lo bueno y lo malo.

Un día Palo le dio una mala noticia –Estoy enferma- le dijo. Mis dolencias no tienen cura y pronto tendré que marcharme. Kika se sintió morir pero Palo la calmó. Ya eres una Loba, una Loba de verdad, tienes tu propia manada y lo sabes, tienes muchos lobos y lobas con los que contar, ya no estás sola, no tengas miedo.

Pero Kika comenzó a vivir con ese miedo, algún día Palo tendría que irse y ella no quería creerlo, no quería pensar en ello.

Ese día llegó, los miembros de la manada de Palo vinieron a decírselo. Palo ya no puede hablar, Palo solo duerme, Palo se irá en unos días. Toda su manada estamos con ella, no la dejaremos sola, la acompañaremos hasta el final.

Kika entendió que aunque estuvieron muy unidas nunca pertenecieron a la misma manada. Kika se quedó en su madriguera lamentando su suerte y sintiéndose de nuevo una cachorro herida.
Podría pensar en los cachorros de Palo, en la manada de Palo, pero no…..Kika solo piensa en su dolor, en su soledad
¿qué será de Kika ahora?

2 comentarios:

  1. Kika se recuperará y volverá a permitirse escuchar todo lo que Palo le dijo alguna vez. es más, Kika se dará cuenta que para honrar, de verdad, a Palo no tiene más remedio que seguir su camino siendo una loba fuerte, independiente y feliz. Eso sí, si alguna vez encuentra una loba herida ya sabrá lo que hay que hacer: lo mismo que hizo Palo con ella.
    Palo irá al mundo de las lobas buenas y será feliz, disfrutando de las consecuencias de haber sido un ejemplo para las lobas de este mundo.

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  2. Marcela tiene razón... desde ahora Kika tiene un deber de amor hacia Palo, tiene que celebrar su vida viviendo por ella todas esas cosas que Palo no vivirá ya. Disfrutar del viento en la piel, de los abrazos de la manada, del cariño de otros lobos y lobas... todo para honrar la memoria de Palo, dedicándole cada sonrisa que ella contribuyó a pintar en el rostro de Kika.
    Muchos besitos...

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