Había una vez una mamá y un abuelo que vivían juntos y se querían mucho. Un día el abuelo se fue muy lejos, a Disneyland ,a Madrid, a la playa o no se donde.La mamá estaba triste porque nadie sabía dónde estaba y nunca más volvió.
Pasaron muchos años y un día alrededor de la casa de la mamá empezaron a crecer muchas flores de muchos colores y también había un tobogan y columpios.
Y fueron felices para siempre.
FIN
P.S Este cuento es un regalo de mi hija para mí,por mi santo.
Regalo de enorme valor y significado. Ellos vivirán a través nuestro como nosotros lo haremos a través de nuestros hijos. Es un amor imperecedero, el hilo conductor de la vida a través del tiempo. Un fuerte abrazo y mucha fuerza.
ResponderEliminarmadre mía qué llorera me dió, te ha dado todo lo que a ella le gusta: tu padre, madrid, disneyland, la playa, casa, flores, toboganes, columpios... No llores, Mam
ResponderEliminarPrecioso regalo, mam, disfrútalo todo lo que puedas, que al final es lo que uno se lleva. ¡Y felicidades!
ResponderEliminarPrecioso regalo...
ResponderEliminarLa realidad y la esperanza en un cuento creado por una niña que es toda belleza y ternura.
ResponderEliminarNo tiene precio. Los niños saben cuando tiene que dar y lo que nos tienen que dar a los adultos para ponernos del revés. En este caso, para bien.
ResponderEliminarUn abrazo.