martes, 23 de septiembre de 2008

Esos locos bajitos


Hoy comencé a trabajar. Sí, y vamos no es que esta mañana tuviera muchas ganas, no, al contrario, encima y para colmo de males me he quedado dormida y me he levantado media hora tarde.

Pero al llegar, me han recibido como ni os imagináis. Primero los compis, madre mía, si me han saludado como si les fuera la vida en ello. Luego los niños, ¡qué sonrisas! , si es que verles ha sido un regalo.


Y claro, ellos querían saber que me había pasado ¿y sus preguntas? pues no tenían desperdicio.....¿estabas malita? ¿ya estas buena? ¿has tomado jarabe? ¿era de fresa? ¿estaba rico? ¿has llorado? ¿te han pinchado? ¿mamá te ha dado besitos?..Ayyyy menos mal que había desayunado, que sino me los como.

La mañana se me ha pasado volando. Vale que ha habido sus pegas, estaba más perdida que Adán el día de la madre, me han movido todos los muebles, me han colocado todo como les han dado la gana, los libros eran nuevos, los niños sabían el cuento y yo no, se sabían las canciones…en fin que era algo fuerte teniendo en cuenta que yo era la profe ¿no? Pero vamos, que me lo han puesto fácil, y a ellos además, “enseñarme” les ha resultado divertido.

Eso sí, también ha habido algún actimel tirado, algún vaguete y algún que otro desobediente, que no es todo rosas, pero….son así ¿no?

Al salir, las mamás me han esperado para darme la bienvenida y contarme lo mucho que sus críos me han echado en falta. ¡Ay que ilu! En fin que si no hubiera sido por el puñetero claustro de más de una hora que he tenido después... el día hubiera sido redondo.


Ahora, en casa, tras haber calentado la comida, comer, haber hecho las camas y recogido la cocina, he decidido escribir esto ¿y por qué? Pues porque sé que en nada llegaré cansada del mal día que me han dado, o estaré contando los días para las vacaciones, y quiero poder leerlo entonces y poder ver y recordar que el sentido de mi vida no dejan de ser los niños, los de dentro de casa y los de fuera.

Ahora me iré a hacer mis deberes para mañana, que me niego que me vuelvan a pillar perdida.

Gracias niños por existir. Gracias a los papás por traerlos al mundo, para hacer un poco más feliz a personas como yo.

P.D prometo no decir más lo de ¿dónde está herodes…?

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